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Las relaciones pueden tener diferentes aceptaciones, es decir, este término resulta ser bastante ambiguo a la hora de su definición. ¿Cuándo hablamos de relaciones, de qué hablamos realmente?. Nos estamos refiriendo a las relaciones de pareja, de amistad, de trabajo o a alguna otra; lo importante es saber diferenciar una de la otra.
Primero empezaremos definiendo las relaciones de amistad; como ya sabemos, la misma es un vínculo afectivo entre dos o más individuos, el cual se basa en la confianza, la fidelidad y la lealtad. Muchos se preguntarán, pero si posee los mismos atributos que las relaciones de pareja, por qué se llama amistad. La respuesta es simple: la amistad carece de sexo, esto es lo que marca la diferencia entre el amor y la amistad, propiamente dicha. Las relaciones laborales pueden o no contener amistad; muchas veces nos hacemos amigos de nuestros compañeros de trabajo, estableciendo un vínculo profundo, el cual luego, será fortificado fuera de las instalaciones de trabajo.
 Esto no ocurre en todos los casos, ya que todos nosotros hemos trabajado en diferentes sitios, relacionándonos de forma superficial con quienes compartimos el entorno, esto implica que no necesariamente “somos amigos”. Como podemos observar, las relaciones poseen similitudes y diferencias, pero seguramente nuestro lector querrá saber un poco más sobre cómo son o deberían ser, las relaciones de pareja entre los seres humanos.
Las relaciones de pareja, como mencionamos anteriormente, poseen una intimidad que va un poco más allá. Cuando hablamos de pareja, no solo nos referimos a un matrimonio, sino también a los novios, es decir, dos individuos unidos por el amor, que se desean amorosamente. Cuando salimos con ese chico o chica que nos gusta, al principio las relaciones nunca serán tumultuosas ya que, todo nos gusta, el “otro” no posee defectos, ni comete errores. Es decir, preexiste una idealización.
A medida que transcurre el tiempo y cuando ya compartimos más tiempo con esa persona, empezamos a notar que no todo nos gusta de él o de ella y es allí en donde debemos ejercitar la tolerancia y la paciencia, ya que nos enamoramos de quien nos enamoramos y no debemos cambiarlo. Las relaciones de pareja deben estar regidas por la lealtad, la tolerancia, la compresión, la confianza y, en muchos casos, la complicidad. Sin estos cinco componentes la misma será efímera y para nada feliz.
Preguntas comunes de pareja:
- ¿Podemos estar enamorados de dos personas a la vez?
Que nos gusten dos personas a la vez generalmente ocurre en etapas inmaduras de la vida, pues se supone que con los años uno aprende a identificar aquello que más nos hace felices. También esta situación involucra a personas que tienen la necesidad de sentir el “enamoramiento” de manera continua; a este tipo de alteraciones se las denomina “relaciones superficiales”.
- ¿Qué podemos esperar del amor?
Una muy buena pregunta, que seguramente se harán los idealistas. Para muchos es muy raro observar las parejas que permanecen unidas mucho tiempo, ¿Qué es lo que hicieron para que la llama del amor no se apague? ¿Cómo lo logran? Lo que el amor debería depararnos es “compromiso y entrega”, pero no ocurre en todos los casos, hoy en día los conceptos de “fidelidad” y “amor eterno” se han desgastado, es por ello que las relaciones son cada vez más efímeras y nunca nadie espera nada de su actual pareja, sino “que dure hasta donde deba durar”. Lo que nos depara el amor es un fenómeno misterioso e impredecible.
- ¿Por qué nos enamoramos?
Es muy raro decir que nadie de nosotros ha tenido relaciones de pareja, pero si es muy probable que encontremos a más de un individuo que nos diga “todavía no he encontrado el amor”. Enamorarse es una experiencia única y para varios, irrepetible. Cuando nos enamoramos nos encontramos en un estado emocional de felicidad y alegría casi constante, sentimos una fuerte atracción hacia la otra persona y le atribuimos más cualidades positivas de las que realmente posee, es decir, la magnificamos. Si nos preguntamos por qué se enamora el ser humano, la respuesta no será única, ya que cada individuo se enamora por causas totalmente diferentes y específicas, incluso en ocasiones, no podemos encontrar una causa objetiva y concreta a la cual podamos atribuir nuestro enamoramiento. Nos enamoramos porque es lindo, es comprensible, es inteligente o porque simplemente nos hace reír, todo aquí es válido.
- ¿Existe el miedo al compromiso?
La respuesta es “depende”. Para muchas personas, no es fácil adentrarse en una relación ya que los miedos son múltiples “¿Y si me deja?” “¿Y si no soy lo que espera?” y demás inseguridades. Si alguien nos pregunta por qué surge el miedo al compromiso, decimos que generalmente, el mismo está relacionado con la expectativa de cambio. El miedo en las relaciones es un desajuste entre lo que debemos afrontar y lo que tenemos para hacerlo. Aunque a muchos les cueste creerlo, las personas que sufren de este miedo a profundizar y avanzar en las relaciones, son aquellas que le temen al compromiso con ellas mismas; cuestionan su autonomía, la capacidad de tomar decisiones relevantes y de expresar tanto sus opiniones como inseguridades.
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